ADICTOS AL AMOR

ADICTOS AL AMOR

Las personas aman de acuerdo a lo que son, de acuerdo a sus significados internalizados sobre la cercanía, la confianza y sobre cuál es el lugar que el amor erótico ocupará en sus vidas.

En este tipo de amor como en ningún otro, se reactivan los modelos relacionales infantiles. Por ejemplo con una madre presente pero distante. O con un padre ausente pero apabullante. Con la persona de la que uno se enamora, se sostienen interacciones que recrean de algún modo la relación con cada uno de los padres y con una mezcla de los dos.

Por eso y por las emociones tan fuertes que el amor enciende, es normal sentirse un poco perdido, mareado y desorientado al amar. Las diferencias entre enamoramiento y amor ya nos dan flojera a todos, porque son parte de una sabiduría popular que no nos resuelve nada. En la vida diaria, nadie se está deteniendo a cada paso para preguntarse si está enamorado o ama, o si amar y querer no es igual (José José dixit). O sí pero sin tomárselo demasiado en serio, de favor.

Los vínculos amorosos simplemente ocurren y se van colando a veces sí y a veces no, a los espacios más íntimos de la mente. Quizá el amor pueda ser definido así: una presencia constante en el mundo interno del que ama. El otro forma parte de mi mundo íntimo, aunque no se convierte en todo mi mundo.

Esta es la diferencia central entre el amor y la adicción al amor. En la adicción, la otra persona se convierte en el único lugar a donde huir y no en una oportunidad para crecer.

Los adictos al amor necesitan su dosis de manera urgente. No pueden postergar la satisfacción del deseo de sentirse queridos, de verse en una escena preciosa de amor y sexo perfectos. Sus demandas de cercanía suelen ser asfixiantes para la pareja, que siente que nunca está dando lo suficiente.

Las decepciones inevitables en una relación, se convierten en una tragedia para el adicto al amor. Pierde el apetito, el sueño, las ganas de hacer cosas. Si algo sale mal con la pareja, todo se viene abajo.

También tienen una triste tendencia a abandonarlo todo. Nada les interesa suficiente cuando encuentran a un objeto para su adicción al amor. Es frecuente que los pacientes que han padecido esta necesidad enfermiza que no es amorosa refieran haber perdido amigos, familia, pasiones personales e incluso su capacidad de trabajar y ser productivos.

Los adictos al amor son incapaces de terminar una relación por mala que se haya vuelto. Regresan una y otra vez al lugar del dolor y la decepción sin poder poner un punto final. Como las relaciones basadas en la adicción son de sobrevivencia, la posibilidad de perderlas se vive como algo cercano a la muerte.

Las causas de la adicción son típicamente:

– Abandonos tempranos que generan una gran tolerancia a los amores dolorosos o atormentados.

– Mentes obsesivas incapaces de soltar una idea, se aferran a alguien que les pueda dar contención o estabilidad.

– Personalidades dependientes, que usan a las personas para sentirse mejor, menos solos y un poco más valiosos. No quieren al otro por quien es sino por lo que puede darles emocionalmente. Por eso son demandantes de mirada, detalles, atención. Cualquier falla a sus expectativas, es vivida como insoportable.

Quizá una de las habilidades más complicadas en el curso de la vida es amar. De una manera menos melodramática, basada en la autonomía y en el respeto a los límites de las personas que queremos.

La construcción de la confianza y la intimidad no es algo que ocurra de un día para otro. Requiere tiempo, comprensión y tolerancia. Esos que se aman locamente al mes de haberse conocido, probablemente estén inmersos en una adicción y no en una relación de amor.

La disponibilidad de quien nos ama no es algo que pueda reclamarse o exigirse. Surge de la libertad, de un pacto y de un deseo de conocimiento y disfrute mutuo.

A veces y después de mucho reflexionarlo, concluimos que no somos ni un poquito felices con lo que podemos compartir o que incluso la relación se ha vuelto enfermiza. En tal caso, solo hay dos opciones: cambiar para mejorar o irse.

Vale Villa es psicoterapeuta individual, familiar y de parejas

Contacto y citas: valevillag@gmail.com

 

2 comentarios sobre “ADICTOS AL AMOR

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  1. El amor emotivo actualmente se puede dividir en dos esquemas:
    -El romántico tradicional en la cultura occidental. Monógamo , para toda la vida, eres mi media naranja, te quiero porque te necesito o te necesito porque te quiero etc. En el cual se favorecen mucho a las adicciones, apegos, dependencias, machismo y demás comportamientos limitantes.
    -El amor confluente, basado en la independencia y respeto mutuo de los protagonistas en el marco de la libertad y consentimiento donde es más difícil caer en adicciones y apegos enfermizos. ( tengo dudas al respecto).
    Me pregunto finalmente si «el amor de pareja» se le puede considerar un «arquetipo» del inconsciente colectivo en términos junguianos y cómo influyen en nuestra construcción del esquema de amor que queremos manejar individualmente.
    Saludos cordiales.

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